Al fin nos vamos. Nos vamos al fin. Nos vamos al fin de África, a su extremo más meridional y a su ciudad más cosmopolita. Nos vamos a El Cabo.
Podemos afirmar, sin temor a caer en la hipérbole, que Ciudad del Cabo es una de las urbes más bellas del mundo. Su envidiable situación, frente al océano Atlántico y con la imponente Table Mountain presidiéndola como un gigantesco centinela de piedra, le confieren una personalidad que la hace única e inimitable.
Si a eso le añadimos que goza de un agradable clima mediterráneo (sí, mediterráneo) y que la moneda sudafricana, el rand, está en sus niveles más bajos de los últimos 10 años, se convierte en el destino perfecto para una escapada en familia o con amigos en cualquier momento del año.
Por otro lado, el hecho de tener el mismo horario que España hace que nos olvidemos del temido jet lag y aprovechemos al máximo el tiempo desde el mismo momento en que nos bajamos del avión.
Y qué mejor lugar para alojarnos que su hotel más emblemático, el Belmond Mount Nelson Hotel un oasis de tranquilidad en el corazón de Ciudad del Cabo, desde donde podremos acceder fácilmente a sus principales puntos de interés.
Además, entre las numerosas ventajas que NUBA, como miembro del exclusivo Club Bellini de Belmond, ofrece a sus viajeros, cabe destacar que para estancias hasta el 31 de octubre de este año…¡la cuarta noche es gratis!
Pasear su puerto, el famoso Victoria & Alfred Waterfront o por el colorido barrio musulmán de Bo-Kaap, bañarnos en las azules aguas de la playa de Clifton o subir a Table Mountain en el teleférico, son algunos de los planes que no debemos perdernos en una primera visita a esta ciudad.
Pero si lo que nos gusta es la gastronomía, Ciudad del Cabo es una mina.
Para los más informales, podemos almorzar en el Chefs Warehouse, una especie de ferretería donde se pueden adquirir todo tipo de utensilios de cocina y donde sirven un delicioso menú de tapas que cambia cada día. Y cenar un chuletón de Kudu o Springbok hecho al punto en Mamá África mientras disfrutamos de la música en directo de vibrantes grupos locales.
Y para salir a cenar más arreglados, el estupendo restaurante Planet, en el propio hotel Mount Nelson, o el romántico Bistrot Bizerca, a pocos pasos, son un acierto seguro.
Y todo ello regado con una magnífico vino sudafricano de las cercanas bodegas de Paarl, Stellenbosch o Franschhoek…no en vano, la historia de amor de este rincón del mundo con el vino se remonta a hace más de 300 años…
Pablo Bárcena, Director de NUBA Las Arenas (Getxo)