Nepal despierta en un paraíso tan aislado como acogedor, entre ciudades medievales e inhóspitos paisajes, presididos por inmensas cumbres que arañan las nubes.
Himalayan village, Nepal
Los cánticos budistas y el eco de las campanas retumban en el aire anunciando un nuevo día. Amanezco en una de las 87 suites del legendario Dwarika´s Katmandú. Cada una de ellas ha sido diseñada de forma exquisita utilizando tejidos naturales locales y materiales rescatados de la rica herencia del valle, inspiradas en la grandeza arquitectónica de los palacios de los reyes Newar.
Obras de arte con más de tres siglos de antigüedad, puertas, vigas y marcos de ventanas tallados de forma artesanal en madera de terracota que nada tienen que envidiar a las preciosas tallas de madera que se exhiben en el Palacio Real de la plaza Durbar de Patán, uno de los siete monumentos reconocidos como patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Dwarika’s Kathmandu Hotel
Dwarika’s Kathmandu hotel
Nunca olvidaré el día que conocí a Ambica Shrestha, cónsul honoraria de España en Nepal y propietaria de los dos hoteles de la cadena. Su clase, elegancia, su presencia firme y afable, su mirada intensa… No era capaz de entender cómo una mujer de 83 años fuese capaz de transmitir tal fuerza y energía, al mismo tiempo que tanta serenidad, paz e infinita calma. Su incansable labor por defender los derechos de las mujeres nepalíes, preservar el patrimonio cultural y ayudar a los más desfavorecidos, le ha merecido un eterno respeto y admiración reconocida a nivel nacional e internacional.
La familia Shrestha lleva tres generaciones y más de 40 años trabajando para crear la mejor cadena hotelera del país y mostrar al viajero una lista interminable de razones para conocer el destino. No solo es responsable de la construcción de este maravilloso refugio de paz en mitad de la ciudad (a dos pasos del famoso templo Pashupathinath y la estupa de Bouddhanat y a tan solo unos minutos del aeropuerto). En Dhulikhel, a la sombra del Himalaya, entre imponentes montañas, se ubica el lugar perfecto para disfrutar del mejor retiro espiritual del mundo: Dwarika´s Dhulikhel.
Zero Zone Tea Lounge Dwarikas Dhulikhel
Outdoor Living Space in a Suite
Meditation Maze
Enormes suites perdidas entre los noventa mil metros cuadrados de finca que forman este pequeño universo de meditación y relax, clases personalizadas de yoga, medicina ayurvédica, sala para tratamientos con sal del Himalaya, talleres de cerámica y pintura, huerto orgánico que surte de productos a sus tres restaurantes… Hace falta una vida entera para sentir que lo has experimentado todo en Dwarika´s Resort.
momento de meditación
Si tuviera que nombrar una de las razones, solo una de las que hizo que me enamorara de Nepal desde el primer instante, fue la calidez, simpatía y energía especial que transmiten sus gentes. En especial los niños, tan llenos de vida y esperanza por crear un mundo mejor. Para ellos el dolor, la pérdida y el sufrimiento no están hechos para ser entendidos sino para ser resueltos. Sus sonrisas son capaces de romper cualquier barrera cultural y enseñarte a afrontar la vida con otra mirada, otra actitud. Esa enseñanza me marcará siempre. En palabras de Ambica… “Nepal no solo es el Everest y hacer trekking por sus montañas sagradas. También hay selva con rinocerontes, tigres, elefantes, cocodrilos… Tenemos una riqueza étnica incomparable, un patrimonio artístico reconocido… Y una gente cuya hospitalidad no encontrará en otro sitio. Sufrirá, no tendrá nada, pero sonreirá y le ofrecerá algo. No duden de eso.”
Campamento de niños construido por la familia Shrestha en Katmandhu
con mi amigo Rabinm Thuladar , nuestro guía durante todo el viaje en Pashupatinath
Inés García, Directora de Marketing y Comunicación de NUBA
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